viernes, 11 de julio de 2008

La nueva Europa

Llevo tiempo leyendo noticias acerca de directivas europeas que al final los países miembros tendrán que adaptar en su legislación. Y la verdad es que una tras otra las medidas me parecen un retroceso en las libertades y derechos conseguidos durante más de un siglo.
La directiva de las 65 horas semanales es la peor notici para la clase trabajadora en años, quizá décadas. La salvedad del pacto empresa-trabajador me parece una tomadura de pelo. El que más y el que menos, aunque creo que el que más, ha visto a lo largo de su vida laboral miles de horas extras sin pagar, jornadas de fin de semana gratis, contratos precarios como el sobreutilizado por obra y servicio cubriendo un puesto de trabajo necesario en la empresa...y todo esto va contra una ley que existe en nuestro país que se llama Estatuto del Trabajador. Con la jornada de 65 horas se legalizan las horas extras no remuneradas. Los burócratas de Bruselas lo tienen claro, es la Europa del capital por encima de lo social. Esto lo reafirmó el Parlamento Europeo con las directivas sobre inmigración. Y eurodiputados socialistas españoles lo apoyaron. Increíble. Las dietas europeas de Bruselas y la vida de recepciones en una capital pujante parece que te hacen olvidar la realidad. 18 meses de retención de un inmigrante ilegal. En España son 40 días y nuestro gobierno jura y perjura que no lo va a tocar. Pero hay países de la Unión que no tienen límite temporal. Y digo yo que fue una ocasión perfecta para poner un plazo más razonable, más bajo. Tener a una persona hasta año y medio retenida en régimen semipenitenciario no me parece la solución más adecuada al problema, si es que lo hay, de la inmigración. Retenido sin necesidad de cometer un delito, sólo no tener los papeles. Y mientras en países como Italia hacen ficheros de personas con apartados como raza y religión, asuntos irrelevantes en nuestra Constitución española por ejemplo. Y en España se hacen auténticas redadas en pueblos para identificar inmigrantes sin papeles, reuniéndolos en plazas, rodeándolos con uniforme antidisturbio. Sólo faltaba ver en esos uniformes la calavera del Totemkompff. En época de crisis la gente tiene inseguridades y miedos y los gobiernos deben hacer todo lo posible para que no ocurra y lo último es señalar y criminalizar al diferente, al más débil para desviar la atención sobre otros temas. Y está ocurriendo justo lo contrario. Es vergonzoso que Europa, el continente que ha padecido genocidios vergonzosos, el último todavía lo recordamos, esté creando un clima de crispación. Sin contar el proyecto de directiva sobre telecomunicaciones que autoriza a espiar al usuario y a interceptar sus comunicaciones sin previa autorización judicial. Prácticas totalitarias se implantan en Europa cada vez más, poco a poco, despacio, sin darnos cuenta. Bruselas, Estrasburgo nos quedan muy lejos, pero influyen día a día en todos. Lo que pagamos de hipoteca lo marca el Banco Central Europeo, por ejemplo. Y así, sin darnos cuenta, llegará un día en que....

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